miércoles, 31 de octubre de 2018

Reflexiones sobre mi abuela Amalia Gubitosi


CARTA A MI ABUELA AMALIA

Querida abuela, ¡Qué momento!!!.
No te escribo para buscar el perdón divino, ya que considero que lo que la mayoría llama Dios, es simplemente la naturaleza y las religiones son un castigo para la humanidad (que entre paréntesis, bien merecido lo tienen). Estas congregaciones, grupos o como se quieran llamar sólo buscan atemorizar a nuestra especie, a través de mentiras, mitos y fabulaciones y de paso consiguen algún “dinerillo”.
No querida abuela, lo hago porque aunque no lo creas te he querido mucho y te llevo siempre en mi recuerdo, pero….había algo que empañaba ese cariño, la actitud adversa hacia mi madre, de dónde provenía, jamás lo sabremos?
Siempre fuiste conmigo una abuela protectora, sobre todo cuando los viejos se fueron a México y luego cuando yo regresé a Argentina. En mis etapas de estudiante en la ciudad de La Plata, me recibías, los fines de semana, en tu modesta y acogedora casa en San Vicente, y me despedías con mi ropa lavada y planchada!!!, además de alimentarme y darme contención y afecto.
Yo en el ínterin, me iba a José Marmól a ver al único amor de mi vida, la que luego con los años sería mi esposa. Me refiero a tu tocaya Amalia, pero esta era de José Marmól¡¡¡¡.
Un día decidiste irte a vivir a Mar del Plata, y lo primero que hiciste fue atacar a tu hija (otra vez la burra al trigo…), lo que me decidió no irte a ver más. En mi mente enferma consideré , como lo hice con mi abuelo Luis, castigarte, quién era yo, para castigarte?, pero el cariño a mi madre era mayor ya que fue una persona frágil castigada por gran parte de tu familia.
Lo lamento mucho y lo llevo como otras de las mochilas (ya son varias…) pero quiero que sepas que te he querido, respetado y soy un eterno agradecido por lo que me diste.
Es demasiado tarde, pero no puedo dejar de expresarlo, no busco victimizarme ni mucho menos, pero no quiero morirme, si dejar mis testimonios, sobre todo para mis hijas y nietos, que a lo mejor los ayudan a comprender ciertas conductas de mi persona.
Abuela, aunque no lo creas, con Amalia, si la de Marmól luego de estar juntos cincuenta años, nos divorciamos……que querés que te diga…
Tu nieto
Pelusa

La Plata, 5/1/73, izq-der. el abuelo Luis, la abuela Teresa, H. López y la abuela Amalia

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